¿Qué es la Retroflexión?
En el contexto de la terapia Gestalt, la retroflexión es el mecanismo de dirigir hacia uno mismo lo que en realidad nos gustaría dirigir hacia el mundo exterior. Es como si, en un acto de autodefensa inconsciente, nos convertiéramos en el blanco de aquello que nos genera malestar o incomodidad. En lugar de expresar nuestra rabia hacia la persona que la provoca, la reprimimos y la somatizamos en forma de dolor de cabeza, contracturas musculares, o peor, úlceras o patologías más graves. O bien, en vez de comunicar nuestro afecto a un ser querido, lo guardamos dentro, ahogando nuestra necesidad de conexión y cariño.
Consecuencias de la Retroflexión
Salud física: La somatización de emociones no expresadas se traduce en dolores crónicos, fatiga, problemas digestivos y un debilitamiento general del sistema inmunológico.
Salud emocional: La retroflexión nos aleja de la autenticidad y nos encierra en un círculo de frustración, resentimiento y baja autoestima.
Relaciones: Dificultad para expresar emociones, establecer límites sanos y construir relaciones basadas en la confianza y la comunicación genuina.
¿Cómo podemos salir del círculo de la retroflexión?
Dos herramientas fundamentales para dejar de retroflectar
Tomar conciencia. Como siempre, tomar conciencia es la base de nuestra salud emocional (y física también). Antes de cambiar un patrón primero tenemos que darnos cuenta de que estamos incurriendo en dicho patrón. A veces esto es más fácil de lo que puede parecer. Todo empieza por pararte y tomarte un tiempo de reflexión. Puede ser escribiendo, hablando intimamente con un amigo o haciendo terapia. Párate y pregúntate, ¿qué me pasa a mi con eso? Por ejemplo: - ¿qué me pasa cuando mi jefe me habla mal injustamente? - Me da rabia y me enfado - ¿y qué hago con esa rabia y ese enfado? - Me lo trago La conciencia es la puerta hacia el cambio. No podemos cambiar nada de lo que no somos conscientes.
Pon límites. Poner límites es decir "hasta aquí", "esto que me has dicho no me ha gustado", "no estoy de acuerdo con esto", etc. Es colocarte en tu sitio, es expresar tu verdad, es ser honesto contigo/a mismo/a. Y déjame que te diga, una de las cosas más placenteras de la vida es poner límites. Si no estás acostumbrado/a al principio puede dar miedo, palo, no sabes bien cómo hacerlo, qué pensará el otro... Como todo, es cuestión de práctica. Y cuando lo pruebas, le coges el gustillo, ¿cómo no le vas a coger gusto al autocuidado y a tu autenticidad?
Al establecer límites claros con nosotros mismos y con los demás, aprendemos a decir no a aquello que nos daña, nos incomoda o nos impide expresar nuestra verdadera esencia.
Recuerda
El camino hacia el autoconocimiento y el crecimiento personal no siempre es fácil, pero sin duda es un viaje que merece la pena emprender.
La retroflexión no tiene que ser una condena. Al reconocerla y abordarla con las herramientas adecuadas, podemos convertirla en una oportunidad para crecer, conocernos mejor y alcanzar un estado de mayor plenitud y bienestar en nuestras vidas. Desde Gestalt Mataró te podemos acompañar en tu viaje.
Enciende la chispa de tu conciencia, abre las compuertas de tu energía interior y deja que tu luz ilumine el camino hacia tu propio bienestar.
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