Como ya he dicho en alguna ocasión, uno de los libros que más me ha influenciado y ayudado en mi camino hacía las profundidades de mi ser y a confiar en el fluir de la vida es “El Experimento Rendición” de Michael Singer.
Es un libro autobiográfico en el que Michael cuenta cómo un día mientras estaba hablando con uno de sus mejores amigos de repente se DIO CUENTA de la voz de su mente. Despertó. La voz (su mente) se convirtió como una radio para él, y ÈL era el observador. No tenía ni idea de qué era aquello que estaba experimentando (era 1970 en Florida), y se puso a leer todo lo que pudo hasta encontrar respuestas. Finalmente un amigo suyo le dejó un libro de Budismo Zen. Tachán. Allí hablaban de la voz de la mente.
Michael cuenta cómo se entregó al fluir de la vida. Es decir, se entregó a vivir plenamente las experiencias que le iban pasando, dejando a un lado sus gustos y preferencias, dejando ir los deseos de su ego y no haciendo caso a su mente. Se entregó a vivir con plenitud lo que la vida le traía.
¿Cómo se entrega uno a la experiencia?
Lo que sea que estés experimentando ahora, relájate, respíralo y obsérvalo. No quieras hacer nada con ello, no lo intentes evitar, no lo analices ni lo describas, ni lo intentes entender con la mente. Sólo estate con lo que hay. Esa es la experiencia cruda.
¿Cómo se entrega uno al fluir de la vida?
Por un lado la vida ya te está llevando por un camino sin que tú hagas nada. Si te sientas en el asiento del copiloto y observas verás como se va abriendo el camino. Confía en ese camino. Por otro lado dejando a un lado el discurso mental, y en vez de sobreanalizar y pensar todo mucho, busca y déjate caer en tu espontaneidad de cada momento.
Con esa firme intención la vida de Michael se convirtió en una serie de sucesos maravillosos. Poco a poco se fue dando cuenta de que cuando ignoraba los deseos de su ego y seguía el fluir de la vida le pasaban experiencias fantásticas. No voy a hacer spoiler de su vida, y es una historia fascinante.
Este libro me inspiró enormemente, ¿realmente nos podemos entregar a la vida, obviando lo que nos gusta y lo que no nos gusta y aún así tener una vida maravillosa? Si, lo creo con todas las células de mi ser.
De echo estoy en ello. Me sienta muy bien y empiezo a tener experiencias muy chulas que solo hacen animarme a seguir en este camino.
Iré contando por aquí mi propio experimento rendición, y a ver qué pasa.
¿Y tú? ¿Te animas? ¿Qué te parece todo esto del experimento rendición? ¿Crees que tiene sentido intentar vivir así? Te leemos en los comentarios.
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