El Dzogchen es una tradición de enseñanzas del budismo tibetano que existe desde hace miles de años, concretamente son enseñanzas no-duales.
¿Qué es la no dualidad?
Primero la explicación sencilla, luego la profunda.
Explicación del dzogchen sencilla
Hay corrientes budistas que creen que para llegar a la iluminación, o al nirvana, tienes que hacer tropecientasmil horas de meditación, postraciones, mantras, y un montón de trabajo para poder acceder a ese estado.
Las enseñanzas no duales nos dicen que ese estado de iluminación o nirvana está al alcance de todos, y no solo está al alcance de todos, si no que está a nuestro alcance ya, aquí mismo y ahora. No hay nada que hacer, simplemente reconocerlo.
¿Qué maravilla no?
Explicación del dzogchen profunda
La no dualidad nos dice que nosotros somos todo, y que todo está dentro de nosotros. Que en realidad no hay separación entre nosotros y Dios, y que al ver el mundo a través de nuestros pensamientos nos engañamos haciéndonos creer que somos seres separados del universo, de nuestra propia naturaleza y de Dios.
A través de la mente experimentamos la vida desde el punto de vista de que nosotros como sujeto (es decir nuestra mente, nuestra idea occidental de nosotros) interactúa con un objeto (cualquier otra cosa: otra persona, un animal, un árbol, el trabajo... cualquier otra cosa). Y a la hora de vivir esa experiencia, al pasarla a través de la mente y racionalizarla, se crea un filtro que nos aleja de la realidad. Y ya si le sumas que nosotros nos creemos que somos la suma de nuestros pensamientos, pues ahí estamos, separados, duales.
Las enseñanzas no duales nos señalan hacia el reconocimiento que nos lleva a darnos cuenta de que hay algo más allá de nuestra mente, hay otro espacio, hay otra experiencia que está a nuestro alcance, y que para reconocerla tenemos que dejar de indentificarnos con nuestros pensamientos, ya que no llegaremos a ella con la mente.
Un símil muy utilizado en las enseñanzas no duales es que los pensamientos son nubes; van y vienen, aparecen y desaparecen, y no tienen una consistencia definitiva y sólida. Nosotros somos el cielo que hay "detrás" de esas nubes; vasto, inmutable, sólido, no aparece ni desaparece, es y está y siempre estará independientemente del tiempo y el espacio.
Y yo te pregunto ¿qué hay entre pensamiento y pensamiento? Para los que no habéis practicado meditación y no estáis familiarizados con estas enseñanzas, lo que hay es un nanosegundo de espacio, de vacío. Poco a poco, siguiendo y practicando las enseñanzas, ese nanosegundo se convierte en un microsegundo, luego en un milisegundo, luego en un segundo... y ese espacio, ese vacío, se nos va revelando ante nosotros, se va ampliando. Ese espacio es el kit de la cuestión. Es ahí donde conectamos con una experiencia que no puede ser descrita por la mente ni entendida ni razonada. Es ahí donde está la iluminación, donde está Dios.
¿Palabras mayores, no? Me encanta.
Mi propia experiencia
Versión resumida.
De pequeño cuando iba a misa sentía que efectivamente allí se respiraba algo sagrado. Esto lo puedo decir ahora, de pequeño si me hubieras preguntado hubiese dicho que me parecía bien ir, sin más. Pero si, mirando atrás, yo ya conectaba con algo.
En la adolescencia dejé de seguir a la Iglesia, no me encajaba su doctrina. Y me volví ateo. La vida es lo que hay, si te mueres ya no hay nada.
Por suerte inconscientemente seguí buscando. Muchos maestros hablan de que todos estamos buscando, todos perseguimos esa conexión, esa unión con Dios, pero la mayoría de nosotros la buscamos en los lugares equivocados (otras personas, parejas, riquezas, trabajos, objetos materiales... la buscamos bajo esa lógica que decía antes de sujeto y objeto) así no encontraremos nada porque la conexión que buscamos, la conexión definitiva, es espiritual y está dentro de nosotros. Yo resueno mucho con esa búsqueda, soy un buscador, y ahora con el Dzogchen he encontrado la mejor pista hasta la fecha.
En mi veintena empecé a leer sobre budismo, y me gustaba. Empecé a practicar meditación. Con veinti muchos di con la Gestalt y con terapeutas que trabajan también desde lo espiritual, como Albert Rams y Antonio Gómez. Al fin y al cabo el crecimiento personal y el crecimiento espiritual tienen muchas similitudes. Antonio Gómez es mi terapeuta principal, y él me señaló la puerta del Dzogchen, la miré, la toqué, y empecé a conectar.
Recursos
Tres maestros con los que yo conecto y que sigo sus prácticas:
Concretamente, dos meditaciones de Mooji (pídemelas y te las paso) y asistir presencialmente a este retiro completo de James han sido los mayores impulsos en el reconocimiento de mi propia naturaleza.
¡Os leo en los comentarios! Estamos en contacto.
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