Existe una gran leyenda sobre la meditación: “meditar es no pensar”, o “meditar es dejar la mente en blanco”. Error. Meditar correctamente no tiene nada que ver con esto. De echo eso es prácticamente imposible. La mente piensa, esa es su función y lo seguirá haciendo mientras estés viv@. Es como si pretendieras que tu corazón no latiese. El corazón está para latir y la mente está para pensar.
Aclarado esto, ¿cómo meditar correctamente?
La meditación es un ejercicio de observación de la mente. La técnica más extendida es la de concentrarse en un algo concreto, por ejemplo, en la sensación de tus narinas al respirar. Uno se sienta, o en una silla o con las piernas cruzadas, espalda recta, barbilla un poco hacia dentro y la cabeza como si tuvieras un hilo tirando de la coronilla hacia arriba. Una vez sentado y cómodo, respiras y observas tus narinas. No hay ningún sitio al que llegar, ningún objetivo que conseguir, solamente observar.
Verás que te distraes y que te llegan pensamientos; dales espacio, déjales que sigan su curso y ellos solos desaparecerán. ¿Que te ves arrastrado por un pensamiento y estás un buen rato ahí sumergido? cuando te des cuenta, suavemente, dejas el pensamiento ir y te vuelves a concentrar en la sensación de tus narinas. No te frustres, esto te va a pasar constantemente. Recuerda, no hay ningún sitio al que llegar ni ningún objetivo que alcanzar. Ya estás meditando.
Y esto es meditar correctamente. Observar nuestra mente. ¿Qué nos liamos a tope con un pensamiento tras otro? ¡Bien! Así te darás cuenta de cuánto ruido tienes en tu mente. Esa es la realidad actual de tu mente. Persiste en la observación. Poco a poco los pensamientos se volverán menos densos y no te arrastrarán tanto. No intentes eliminarlos. Siéntate en el asiento de atrás y observa. Date cuenta de la poca sustancia que tienen y cómo ellos solos, si los dejas ir, desaparecen.
![pintura de un hombre sentado meditando delante de una puesta de sol](https://static.wixstatic.com/media/270208_6cf9274a0e564c9f955bf10aade11bee~mv2.png/v1/fill/w_980,h_980,al_c,q_90,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/270208_6cf9274a0e564c9f955bf10aade11bee~mv2.png)
Sobre la no dualidad
Las enseñanzas no duales nos dicen que todos estamos ya iluminados, que todos tenemos a Dios en nosotros. Que ya somos así de base y que son nuestros pensamientos los que han nublado esa realidad. O mejor dicho, hemos sido nosotros mismos al identificarnos con nuestros pensamientos al confundirlos con el “yo”. Los pensamientos son nubes, nosotros somos el cielo. Las nubes van y vienen, sin dejar rastro, el cielo es basto e inmutable.
De echo puedes reconocer tu auténtico ser ahora mismo. Tómate un minuto. Date cuenta de cómo es la sensación de estar vivo. Ya está ahí la tienes, no busques más. Observa cómo tus pensamientos van y vienen, pero esa sensación de estar vivo permanece.
Eso que permanece es lo que tú eres, lo que todos somos. No busques muy lejos, ni busques nada extravagante ni exótico. Descansa en la sensación de estar vivo y reconócela. Y date cuenta del poco tiempo que puedes permanecer allí sin que aparezca un pensamiento con el que te has identificado tipo “yo estoy pensando esto” y que te ha arrastrado. Los pensamientos llegan y se mezclan con esa sensación de estar vivo, pero no es la misma cosa. El camino espiritual es descansar en esa sensación cruda de estar vivo, en la conciencia abierta, para poco a poco ir creando una distancia entre los pensamientos y nuestro autentico ser.
Técnicas de meditación
Concentrarse en la sensación de las narinas. Explicado en este post.
Meditación abierta y directa. Tienes un post sobre esto aquí.
¿Y tu?
¿Te ha servido este post? ¿Cómo van tus prácticas? ¡Te leemos en los comentarios!
Yo voy colgando un resumen de mis prácticas y aprendizajes en mi cuenta de Instagram.
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