En estos momentos de mi camino estoy abriéndome.
Y es que cuando uno se está abriendo… poca broma…
La palabra abrirse tiene para mi un significado que hace unos años no tenía. Podía intuir que significa eso de abrirse, pero no tenía ni idea que este concepto podía tener unas implicaciones tan profundas en mi y en mi camino.
¿Qué es abrirse?
Abrirse para mi “no es más” que dejarte sentir las emociones que estás sintiendo en un momento dado. Si te sientes triste, enfadado, rabioso, amoroso, tierno, lo que sea, ¿cómo es estar triste, enfadado, rabioso, amoroso, tierno, lo que sea en ese momento? ¿Cómo lo sientes en el cuerpo? ¿Cómo es la experiencia? Respira y dale espacio a esa sensación. Ábrete a ella.
Normalmente cuando estamos haciendo esto, entra la mente, bla bla bla, miau miau miau, tengo que llamar a mi madre, tengo que hacer esto en el trabajo… y nos despistamos. Y este es precisamente el trabajo, ir poco a poco practicando cómo es estar en el momento presente, abriéndote = dejándote sentir lo que te está pasando. Con la práctica se va haciendo más fácil. También en mi caso hay épocas, a veces me es más fácil, otras veces estoy más liado en la mente.
¿Cómo es para mi estar abriéndome?
Un poco de contexto.
Hay un antes y un después muy claro en mi vida desde que empece a hacer terapia gestalt y desde que conecté con el Dzogchen. Las dos herramientas que más impacto han tenido en mi bienestar. Una de las muchas diferencias es que empecé a abrirme. Resulta que yo tenía una armadura, imagino que la tenía porque fui un niño sensible, las cosas me afectaban y me movían mucho, y la mejor manera que encontré para tirar adelante y “encajar” es construirme una pequeña gran armadura (de manera inconsciente claro). Es ahora que me doy cuenta de lo tímido e introvertido que era, de lo solo que realmente me sentía con 6,7 y 8 años.
Esa armadura ahora se está deshaciendo (se está abriendo), y la sensación que tengo es de estar viviendo más, ahora tengo acceso a experiencias sensitivas y humanas a las que antes no tenía, ahora siento sensaciones físicas y emocionales (muy placenteras algunas de ellas) que antes no estaban a mi alcance. Realmente la palabra abrirse va como anillo al dedo. A nivel corporal me siento más permeable, menos rígido. Una de las cosas que más me flipan de todo este proceso de autoconocimiento es que yo no sabía que tenía el cuerpo rígido, ni que tenía una armadura ni nada de eso. Es cuando uno le dedica tiempo (terapia en mi caso) a dejarse sentir que empiezas a darte cuenta. Ahora por comparación del antes y el después no tengo dudas de que me estoy abriendo.
Crazy fact. Llevo unos meses que me dan muchos escalofríos por todo el cuerpo. Son muy placenteros, y estoy seguro de que están vinculados con todo esto, es como si se estuviera liberando energía de mi cuerpo que estaba atrapada. Los puedo manejar un poco y todo, he aprendido a intuir cuando un escalofrío está cerca y respirando profundo y despacio lo termino de traer. Muy loco y muy guay.
A nivel de vivencias ahora experimento las cosas más intensamente, como si las experiencias del día a día me tocaran más, como si estuviera en contacto más íntimo con la experiencia de cada momento. Es una sensación placentera, nueva, y con un toque mágico. Ojo, también siento con más intensidad las experiencias incómodas: la tristeza, el enfado, el dolor... Abrirse no ha sido para mi un trabajo fácil, noooo amigo no. Le he tenido que echar huevos, sobre todo al principio. Ahora, a base de practicar y de dejármelas sentir, esas experiencias incómodas (sentirme exigido, sentir que se está siendo injusto conmigo, lo que sea) no me molestan tanto. Estoy más libre.
Es tanta la paz y el bienestar que estoy ganando, que este es ahora mi propósito principal en la vida, seguir abriéndome y deshaciendo mi armadura, seguir abriéndome a lo que me traiga la vida. Dios, pónmelo fácil 🤞.
¿Y tu? ¿Cómo lees esto que digo? ¿Qué piensas? ¿Qué sientes? ¿Te resuena con algo tuyo? Te leemos en los comentarios.
Comments