La ansiedad es una emoción natural que todos experimentamos de vez en cuando. Sin embargo, cuando se vuelve excesiva o interfiere con nuestra vida diaria, puede convertirse en un problema.
Dos cosas útiles de saber sobre la ansiedad:
La ansiedad la causa los pensamientos catastróficos sobre el futuro. Identificarlos es un buen punto de partida.
Tienes ansiedad porque respiras como una persona con ansiedad. ¿Cómo respira una persona con ansiedad? Aunque parezca que te falta el aire, es precisamente lo contrario: ya estás lleno de aire y respiras poco y superficialmente porque ya no te entra más aire.
Si te encuentras en una situación de ansiedad, existen algunas técnicas prácticas que puedes realizar en el momento para calmar la ansiedad y recuperar el control.
1. Respiración profunda
La respiración profunda es una de las formas más efectivas de calmar la mente y el cuerpo. Cuando estamos ansiosos, nuestra respiración se vuelve superficial y rápida. Esto puede empeorar nuestros síntomas de ansiedad.
Siéntate o acuéstate en una posición cómoda. Cierra los ojos y coloca una mano sobre tu abdomen. Inhala lentamente por la nariz durante 4 segundos, sintiendo cómo tu abdomen se infla. Aguanta la respiración durante unos segundos y luego exhala lentamente por la boca durante 7 segundos.
Ve incrementando los segundos de esta manera:
Inhala 4, aguanta 3, exhala 7
Inhala 5, aguanta 3, exhala 8
Inhala 6, aguanta 3, exhala 9
Etc
Repite este proceso durante varios minutos.
Cuando acabes presta atención a cómo te sientes en ese momento, observa si ha habido diferencias.
2. Visualización
La visualización es una técnica que consiste en imaginar una escena o situación que te haga sentir tranquilo y relajado. Puede ser un lugar real que te guste, un recuerdo feliz o una imagen de paz y serenidad que se te ocurra en el momento.
Para hacer una visualización, cierra los ojos y respira profundamente, siéntate o acuéstate en una posición cómoda e imagina la escena o situación con el mayor detalle posible. Presta atención a los colores, sonidos, olores y sensaciones... disfruta de tu imaginación durante varios minutos, recréate. Mínimo 3 minutos, máximo lo que tú quieras.
3. Afirmaciones positivas
Las afirmaciones positivas son frases cortas y repetitivas que pueden ayudarte a cambiar tus pensamientos negativos por pensamientos más positivos y realistas.
Para realizar afirmaciones positivas, elige una frase que te haga sentir bien y repítela varias veces, con convicción. Puedes hacerlo en voz alta o en tu mente. Algunas ejemplos de afirmaciones positivas podrían ser: "Estoy en paz", "Soy capaz de afrontar esta situación", "Todo va a salir bien". Hazlo durante varios minutos.
4. Movimiento físico
El ejercicio físico es una excelente manera de liberar el estrés y la ansiedad. Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo libera endorfinas, que tienen un efecto calmante y relajante.
No es necesario que hagas un ejercicio intenso. Puedes salir a caminar, bailar, nadar o hacer cualquier otra actividad física que te guste. Incluso unos pocos minutos de ejercicio pueden ayudarte a sentirte mejor.
Recuerda que estas son solo algunas técnicas que pueden ayudarte a calmar la ansiedad en el momento. Si tu ansiedad es grave o interfiere con tu vida diaria, te recomendamos buscar ayuda profesional.
Desde Gestalt Mataró podemos acompañarte a comprender la raíz de tu ansiedad y a superarla. Ponte en contacto con nosotros si lo necesitas.
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